por la importancia del caso y de la decisión se considera necesario dar a conocer el presente artículo que provienedel medio digital "Política Argentina"
08.10.2016 / UN CASO EMBLEMÁTICO
por Luciana Rosende
El juzgado de Ejecución Penal de Bahía Blanca declaró procedente el amparo judicial por fumigaciones con agrotóxicos en los alrededores de la Escuela Rural Martín Fierro, en Coronel Suárez. Aunque el freno no es total sino sólo para los días de clases, el fallo es considerado ejemplar y se tomará como antecedente para exigir el mismo resultado en todas las escuelas rurales. “La Justicia está diciendo claramente que esto es necesario, y es anticonstitucional que 30 niños tengan protección y que cientos de miles en el resto de la provincia y el país no la tengan”, dijo el ex director de Ambiente local, Emanuel Garrido, despedido tras denunciar este caso.
La sentencia del juez Claudio Brun se conoció esta semana. Prohíbe durante el ciclo lectivo las fumigaciones aéreas a dos kilómetros de distancia de la escuela, y las terrestres a un kilómetro. Si bien el fallo plantea que “del estudio de la profusa prueba documental aportada no resultan indiscutidas las consecuencias nocivas por la aplicación de agroquímicos en la salud de las personas” y que el tema “es objeto de debate a nivel global", señala que “para decidir ha de tenerse en cuenta que en materia ambiental cobra relevancia el principio precautorio”. Por eso, resuelve “tomar las medidas atinentes a impedir el eventual perjuicio, dado el carácter transcendente de los bienes jurídicos protegidos, como la protección de la vida e integridad de la vida humana -presente y futura- y la conservación del ecosistema".
La preocupación por la fumigación con agrotóxicos en terrenos linderos a escuelas rurales de Coronel Suárez comenzó hace alrededor de seis años, y en 2014 dio lugar a una denuncia judicial. La primera impulsora fue la entonces directora de Escuela Rural Martín Fierro, Elisa Löffler. “Dos veces por año fumigaban en el campo lindero. Tiene un olor terrible, afecta las vías respiratorias inmediatamente. Al otro día tenés todo quemado: donde cayó el agrotóxico, donde el viento lo llevó, no hay más vida. Se quema el pasto, las hojas”, describió en diálogo con Política Argentina. “Los chicos lo llamaban ‘el remedio’ porque en el campo estaban acostumbrados. Pero después lo empezaron a llamar ‘el veneno’. Entre los chicos hay enfermedades, hay cáncer. En las familias, también. Las mamás, por ejemplo, ayudan a transportar los bidones con agroquímicos”, relató la docente, jubilada a causa de una enfermedad crónica que podría estar relacionada con la contaminación.
A partir de la denuncia de la mujer, quien era el Director de Ambiente de Coronel Suárez, Emanuel Garrido, impulsó una investigación y reunió pruebas que permitieron abrir el expediente judicial, que ahora tuvo sentencia favorable. “El mismo día que se presenta en la Justicia de Bahía Blanca, me echan. Ya hace dos años. La misma mañana me llamaron y me avisaron que en diez días me quedaba sin trabajo”, recuerda Garrido ante este portal. Aunque le impidieron seguir formando parte de la gestión, celebró el reciente fallo. “Espero que se pueda exigir la misma protección para todas las escuelas rurales dentro del distrito y en todas las escuelas de la provincia y del país”, planteó. Ese es el objetivo de Naturaleza de Derechos, la organización que impulsó la causa judicial.
“El juez prohibió las fumigaciones aéreas a dos kilómetros de la escuela, eso es lo más importante del fallo. Cuando hay un proyecto de ley con media sanción (1) del senador Alfonso Coll Areco que habla de fumigar a 500 metros”, comparó el abogado Fernando Cabaleiro, de la entidad denunciante. Aunque consideró el fallo como “un gran paso”, anticipó que será apelado porque se pretende una prohibición total, no sólo para los días de clases. “Queremos que no haya agrotóxicos porque no pueden acreditar la inocuidad de la actividad. Más en esa zona, donde hay mucho viento”. Y resaltó que “es un caso emblemático. Lo vamos a tratar de hacer para todas las escuelas rurales, en una demanda que estamos preparando. Estábamos esperando esta decisión para ahora replicarlo en todas las escuelas rurales de la provincia de Buenos Aires”.
Además de las organizaciones ambientalistas y la directora de la escuela, la denuncia también había sido impulsada por madres de los alumnos que estudiaban y jugaban a metros de las fumigaciones con agroquímicos. Pero, según indicó Cabaleiro, “fueron presionadas por los capataces de los maridos, que trabajan en los campos” y dieron un paso al costado.
Coronel Suárez se convirtió en un caso paradigmático en la lucha contra los agrotóxicos. El estudio impulsado por el ex titular de Ambiente del distrito mostró que 23 escuelas eran rociadas con plaguicidas por lindar con campos sembrados. El año pasado, la Justicia hizo lugar a una cautelar en resguardo de los chicos de una escuela. Esta semana, llegó el fallo definitivo. Aunque la querella va a apelar para alcanzar una protección total y supone que los propietarios de los campos y fumigadores también lo harán para tratar de revertir la prohibición, desde Naturaleza de Derechos plantean que llegarán, si es necesario, hasta la Corte.
(1)La Cámara de Senadores de Buenos Aires dio media sanción a un proyecto de ley que permite fumigar con glifosato hasta sólo diez metros de las viviendas